A 30 años del crimen de María Soledad Morales

El 7 de septiembre de 1990, María Soledad Morales tenía 17 años. Su papá la llevó a la puerta del boliche Le Feu Rouge, donde -junto a sus compañeros- organizaban una fiesta para recaudar fondos para el viaje de egresados. En algún momento desapareció.

Foto: Infobae

 

La buscaron desesperadamente hasta que -el 10 de septiembre- hallaron su cuerpo en un zanjón al costado de la ruta provincial 38, muy cerca de los puentes que cruzan el Río del Valle, a unas 10 cuadras de su casa, en Catamarca.

El crimen conmocionó tanto a la provincia que las «marchas del silencio», organizadas por sus compañeras del colegio del Carmen y San José, se expandieron por todo el país.

Dos juicios después y con la mirada puesta en «los hijos del poder», condenaron en 1998 a Guillermo Luque, hijo del entonces diputado nacional Ángel Luque, por la violación y homicidio de María Soledad. Le dieron 21 años de pena. Luis Raúl Tula, en cambio, fue considerado como partícipe secundario del crimen y le aplicaron 9 años de pena, aunque sólo cumplió la mitad tras las rejas. Los dos están libres.

 

Clarín