El ministro Aguad anuló el retiro de 25 oficiales de las Fuerzas Armadas dispuesto en 2010

El ministro de Defensa revocó una resolución del 2010 que frenó la promoción de oficiales que habían manifestado conductas reñidas con la democracia y los derechos humanos. Decidió además indemnizarlos. Otra señal para desandar el camino de memoria, verdad y justicia.

El ministro de Defensa, Oscar Aguad, decidió anular una resolución que había pasado a retiro a 25 militares durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Aguad hizo propia la versión de estos ex militares: sostuvo que no habían sido ascendidos por ser familiares de procesados o condenados por delitos de lesa humanidad. “Una muestra del populismo”, tronó el ministro de Defensa de Mauricio Macri. No obstante, la resolución que firmó para anular la anterior no dice nada de eso: los pasa a retiro y les computa los ocho años transcurridos como si hubieran estado en actividad, por lo que les dará una “indemnización” extra. La ex ministra de Defensa Nilda Garré le salió al cruce: “La decisión de no ascenderlos no fue por ‘ser hijos de’, sino porque ellos no manifestaron conductas democráticas”. Uno de los que ahora Aguad decidió indemnizar es el teniente coronel Roberto Augusto Vega, que en su momento reivindicó en un acto ante soldados la lucha “contra el terrorismo apátrida que pretendía cambiar la bandera por un trapo rojo”.

El 29 de noviembre de 2010, Garré pasó a retiro a 25 militares, lo que generó un revuelo en los círculos castrenses y tuvo su correlato en editoriales del diario La Nación. Varios de los militares iniciaron causas por supuesta discriminación ideológica y denunciaron que se los apartaba por tener vínculos sanguíneos con genocidas. Garré respondió en su momento que no los había dado de baja por sus vínculos sanguíneos, sino por su accionar en democracia. En protesta, renunciaron en ese momento varios camaradas de armas, entre ellos el teniente coronel Alejandro Díaz Bessone, hijo de Ramón Genaro Díaz Bessone. Garré aclaró que no dudaba de su vocación democrática y que por eso no había sido removido.

en la resolución que firmó. “Es una reivindicación ante una injusticia, como fue dejar fuera a miembros de las Fuerzas Armadas por su apellido. Una muestra del populismo del anterior gobierno, que tomaba decisiones solo para quedar bien con sus votantes”, dijo Aguad al diario La Nación. “Algunos de esos militares, del Ejército y la Armada, serán ascendidos a coroneles y generales, pero no vuelven a la actividad, quedan retirados”, aseguró a Infobae. El funcionario macrista no explicó cómo “serán ascendidos” si los pasa a retiro y si, además, esta es una atribución del Senado, que deberá resolver sobre el tema.

La resolución que suscribió Aguad no dice nada de esto. Señala que la norma firmada por Garré fue “un acto administrativo que ostentó todos los elementos necesarios para su validez pero que no explicitó las razones por las cuales el personal por ella alcanzado debía ser calificado como se calificó”. En base a esto decidió anularla por “ilegitimidad consecuente de falta de la ausencia de motivación” y por considerarla “un acto irregular, ilegítimo y afectado de nulidad absoluta”. Aguad decidió en la resolución pasar a retiro a estos militares, pero les concedió este “un nuevo cómputo de servicios al referido personal, reconociéndoseles el tiempo pasado en retiro como en actividad, lo que sigue como consecuencia directa e inmediata del restablecimiento del ordenamiento jurídico que por esta vía se dispone”. Sería una suerte de indemnización.

Luego de pasarlos a retiro, Aguad instruye a los jefes de las tres Fuerzas Armadas “a continuar los trámites de ascenso retroactivo de aquel personal comprendido en la presente que hubiera sido clasificado como ‘propuesto para el ascenso’”. No obstante, el Ejecutivo propone los ascensos y el Senado los aprueba. No queda claro cómo les darán un ascenso retroactivo.

“Un disparate”

“Lo que hizo Aguad es un disparate desde todo punto de vista. La decisión de no ascenderlos no fue por ‘ser hijos de’, sino porque ellos no manifestaron conductas democráticas”, afirmó Garré en diálogo con PáginaI12. “Uno no es responsable por lo que hicieron sus padres. Si es responsables por las ideas que tiene y las conductas que ejerce”, indicó.

“Eran personas que, a nuestro juicio, no acreditaban una vocación democrática y que defendieran el Estado de Derecho y los derechos humanos”, insistió la ex ministra de Defensa.

–¿La resolución no tenía fundamentos, como señala Aguad?

–No hay que fundar la resolución. La posibilidad de ascender o no es una facultad que tiene el comandante en jefe de las Fuerza Armadas, que es el Presidente. Se hace por razones de mérito, oportunidad y conveniencia. En la carrera militar, uno no tiene el derecho absoluto de llegar al último grado del escalafón. Solo un grupo llega a completar la totalidad de la carrera. El Presidente, que es el comandante en jefe, tiene la responsabilidad de recomendarle a otro poder del Estado, como es el Senado, a los oficiales para ser ascendidos.

–¿Cuáles fueron las conductas que motivaron que se los pasara a retiro?

–En algunos casos, fueron personas que hicieron expresamente declaraciones de apoyo a la dictadura. O que no se diferenciaron de lo actuado en esa época. Recordemos que iban a ser promovidos para conducir las fuerzas. Es muy serio a quién se manda a conducirlas. La presidenta no podía proponer ascensos al Senado sin estar segura de su vocación democrática.

Fuente: P 12