Honduras: la Caminata del Migrante y las amenazas de Trump

Una movilización por los derechos humanos se encuentra en Guatemala, con el fin de pasar por México y Estados Unidos, para repudiar la política norteamericana contra los migrantes. La represión como única respuesta de los gobiernos.

Miles de personas continúan con la Caminata del Migrante, iniciada el pasado 13 de octubre, días después que el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, llamara a varios países de América Central para detener la «migración masiva». La respuesta colectiva fue una marcha desde Honduras, que ya se encuentra en territorio de Guatemala y espera seguir por México y Estados Unidos. Los gobiernos de los cuatro países deslegitimaron la manifestación y advirtieron sobre los ingresos ilegales, mientras Trump amenazó con retener los fondos destinados a los países y deportar a quienes lleguen a la frontera. Pese a la represión inicial en Guatemala, la Caminata prosigue con sus consignas por el país fronterizo. La ONU reclamó por la vulnerabilidad y la seguridad de quienes componen la manifestación.

Las amenazas de Trump

El presidente estadounidense amplió a Guatemala y El Salvador la amenaza formulada horas antes a Honduras, al advertir que congelará la ayuda económica si esos países permiten el tránsito de una caravana de migrantes en ruta hacia Estados Unidos «Hemos informado a Honduras, Guatemala y El Salvador que si permiten que sus ciudadanos viajen a través de sus fronteras hacia Estados Unidos con la intención de entrar ilegalmente a nuestro país, todos los pagos les serán detenidos», formuló el magnate en las redes sociales. «Cualquiera que entre a Estados Unidos ilegalmente será arrestado y detenido, y será repatriado a su país», advirtió Trump.

Seis meses antes de esta Caminata, el Mandatario estadounidense desplegó la Guardia Nacional en la frontera con Méxic,o de cara al Viacrucis Migrante cuando más de mil centroamericanos marcharon hacia Estados Unidos. Ahora la historia se repite.

La Caminata partió el sábado pasado de la hondureña localidad de San Pedro Sula, 180 kilómetros al norte de Tegucigalpa, con rumbo hacia la frontera con Guatemala para después pasar por México y finalizar en Estados Unidos, una ruta de 2 mil kilómetros plagada de obstáculos y peligros.

La caravana llegó este lunes a la fronteriza ciudad guatemalteca de Esquipulas. Antes de ingresar, un contingente de policías les cerró el paso, pero horas después los migrantes lograron llegar a un refugi.

Cientos de hombres, mujeres y niños, con bolsos y maletas caminaban este lunes por una carretera en Guatemala, a unos 90 kilómetros de la frontera con Honduras, donde según algunos medios locales las autoridades trataban de contener otro grupo masivo de personas que buscan integrarse a la caravana.

Las autoridades de Guatemala anunciaron que prohibirían el ingreso de los migrantes hondureños si no cumplen con los requisitos legales para entrar en el país. Tras la amenaza de Trump, uno de los organizadores de la caravana, el ex diputado de izquierda, Bartolo Fuentes, fue detenido en Guatemala. El Ministerio de Seguridad hondureño dijo que el activista fue arrestado por la policía guatemalteca porque “no cumplió con las normas de inmigración“ del vecino país y será deportado.

ONU y Amnistía

Amnistía Internacional calificó de xenófoba y racista la amenaza de suspensión de ayuda a Honduras lanzada por Trump y pidió a México ofrecer asilo a los hondureños que integran la caravana.

El secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, pidió respeto a los derechos y la seguridad de los integrantes de la caravana, así como investigar el posible involucramiento de traficantes de personas.

“Es preocupante la vulnerable situación de más de 3,000 migrantes que se desplazan desde Honduras hacia el norte del continente americano”, aseguró la entidad de la ONU en un comunicado divulgado en Guatemala y firmado también por las sedes de Honduras y México.

En el escrito, expresan su “preocupación” por la situación de “inseguridad” y la necesidad de protección de las personas que forman parte de la “Caravana de Migrantes”.

“Ante los importantes retos que representa este desplazamiento masivo de personas, así como la naturaleza mixta de los flujos migratorios en la región, Oacnudh reitera las obligaciones internacionales en materia de derechos humanos de los países de origen, tránsito y destino”, señaló la organización.

En este mismo sentido, pidió a los Estados de Honduras, Guatemala y México “proteger la integridad y garantizar la seguridad de migrantes y personas sujetas a protección internacionales”, además de brindarles ayuda humanitaria y asistencia adecuada en base a sus necesidades específicas.

La ONU instó a las autoridades de los tres países a que continúen “coordinando esfuerzos para garantizar el respeto a la dignidad y los derechos humanos”, y reiteró su disposición de colaborar brindando asesoría y asistencia técnica en todo lo necesario.

Fuente: Nodal, La Jornada, La Prensa