Para el Municipio de Paraná, el problema del Volcadero son los descuidos intencionales

El basural de la ciudad viene siendo noticia en estos días. Al lamentable accidente en que un joven fue aplastado por la rueda de un camión municipal, se sumó la inspección judicial en la zona. Desde el área de Sabbioni hablan de “descuidos intencionales”.

Roberto Sabbioni (der.) y director y subdirector del Volcadero (Foto: Centro integrador de Servicios Ciudadanos).

Por Pablo Urrutia.

Víctor Jacob tiene 16 años y está en cama, habitando una precaria vivienda junto a su madre en el barrio San Martín de Paraná, tratando de recuperarse de la fractura de pelvis que le ocasionó la rueda trasera de un camión compactador de la municipalidad de Paraná. El muchacho fue literalmente aplastado por el vehículo que se abocaba a la tarea de descargar la basura en el amplio basural a cielo abierto de la zona oeste de la capital entrerriana, comúnmente denominado El Volcadero. Allí, un importante número de familias concurren a diario a revolver entre los desperdicios que arroja la ciudad con el objetivo de juntar cartones, metales y otras cosas para vender y, en algunos casos extremos, incluso alimentos para consumir.

Víctor se había quedado dormido bajo los cartones que había estado juntando y acolchonado por la basura que domina el lugar. Pasadas las 7 de la mañana del viernes 24 de agosto, lo despertaron los gritos de sus compañeros, el camión se le venía encima y no pudo hacer nada, sus propios gritos y el de las demás personas que estaban allí a la espera de la descarga para empezar a revolver alertaron al chofer que providencialmente reaccionó y detuvo la marcha. “Podría haber sido una tragedia”, declaró Eduardo Gerar, ahora abogado ad honorem de la familia Jacob, en comunicación con Agenda de Radio. Pero lo cierto es que el accidente le cambió la vida al muchacho, tiene que estar en reposo y no puede salir a cartonera para asegurarse el ingreso diario como lo hacía hasta ese momento. El contexto en el que habita es de pobreza estructural y desamparo, que se ha agudizado en estos últimos años a partir del abandono de parte del Estado de una incipiente política que tendía a avanzar en una respuesta genuina a la problemática. “Le dieron el alta y se olvidaron de nosotros”, dice Alicia, la mamá de Víctor, que cuenta su temor durante la última tormenta acaecida en la capital entrerriana a que “se nos volara el rancho y tuviera que salir con él para el hospital”. Y agrega que desde el Municipio “nunca se acercaron para nada”.

Según relata, desde el Concejo Provincial de Niñez, Adolescencia y Familia de la provincia de Entre Ríos, “nos dijeron que consigamos un terreno propio y nos iban a dar los materiales para levantar una casita, pero no aparecieron más”. La recuperación de Víctor resulta una tarea muy difícil en condiciones de extrema pobreza.

Pasadas unas semanas, el tema desapareció de los medios de comunicación, pero el Volcadero volvió a ser noticia por una inspección judicial que llevó adelante la jueza de Primera Instancia Civil y Comercial, María Andrea Morales, en el marco de una causa judicial iniciada por el Foro Ecologista de Paraná, en 2008. El objetivo fue constatar los avances de lo dispuesto por la justicia para lograr el saneamiento del lugar pero, según Aldana Sasia, abogada del Foro, se encontraron con un cúmulo de irregularidades e incumplimientos. Señaló que no sólo no se avanzó si no que se constató que hubo un retroceso en la materia.

Con intenciones de abordar las distintas problemáticas, este viernes 21 de septiembre, el secretario del Centro Integrador de Servicios Ciudadanos de la Municipalidad de Paraná, Roberto Sabbioni, reunió al director y subdirector del Volcadero, Luis Arener y Roberto Gómez, respectivamente. Sin embargo, según indica el parte oficial, “conjuntamente evaluaron la problemática del lugar sobre todo por la cantidad de menores que concurren sin tener en cuenta los peligros que significa el trabajo con máquinas y camiones”. Al parecer, el problema sería la superpoblación del lugar y no la existencia del enorme basural y las condiciones de pobreza que hacen que esos niños y niñas concurran al lugar. No la ausencia del Estado, sino la presencia de vecinos.

Desde luego que, el área a cargo de Sabbioni, no tiene la capacidad ni la competencia para abordar la compleja problemática, pero que, desde el Gobierno local, sea esa la única respuesta, habla de cuál es la mirada que deposita el Municipio sobre esa situación.

“También se destaca en muchos casos la imprudencia de mayores y la preocupación constante de los trabajadores municipales por el cuidado que deben tener para evitar accidentes”, agrega el comunicado que remata con una frase contradictoria y llamativa: “Como descuidos que intencionalmente prenden fuego al volcadero”.

El problema para el Municipio de Paraná parece ser el fuego en el lugar, ya que el humo que produce afecta principalmente a la zona céntrica de la ciudad, además de los propios habitantes del lugar. Del accidente de Víctor, de la angustiante situación de tantos niños, niñas, varones, mujeres y adultos mayores que diariamente van en busca de los desperdicios para obtener un magro ingreso diario o incluso alimentos, de las irregularidades e incumplimientos detectados por la justicia, de la falta de políticas integrales hacia el sector, nada dice Sabbioni, nada dice el Gobierno municipal de la capital entrerriana.