Río Negro: Movilizaciones a un año de la desaparición de Silvia Colque

En su vivienda de barrio Lavalle en Viedma, fue la última vez que se vio a la mujer. Había denunciado a su ex pareja, Marcos Durán, por violencia aunque la justicia no actuó. Hubo marchas exigiendo su aparición.

Marchas en todas las ciudades del país visibilizan que una mujer es asesinada cada 32 horas en Argentina por ser mujer, pero también instalan una agenda de derechos, reparaciones, transformaciones e igualdades. En Viedma, Río Negro no fue una movilización como en otros 3 de Junio, fecha en que Ni Una Menos desborda las calles. El nombre de Silvia Vásquez Colque retumbaron en las consignas de la manifestación de este domingo, justo el día que se cumplió un año de su desaparición. En el camino, la poca celeridad en la investigación y en la búsqueda de la mujer oriunda del vecino país de Bolivia. Su ex marido fue el último en verla, lo cual testifica la madre de Silvia, quien llegó desde Potosí para participar de la columna que recorrió Viedma.

«Se cumple un año de la desaparición de Silvia Vásquez Colque. Un año que seguimos esperando que la Justicia, la Fiscalía, la Policía, el Consejo Provincial de la Mujer y el gobierno de Río Negro den alguna respuesta. La estamos esperando como mujeres, como compañeras, está toda la comunidad. Pero sobre todo, la espera su familia, que hoy, por primera vez en este año de angustia y desesperación, está aquí junto a nosotras”, se escuchó desde el micrófono de la plaza San Martín de la capital de Río Negro.

Beatríz, su madre, viajó para la marcha. Explicó que llegó “desde Bolivia en busca de mi hija. Como madre quiero que la justicia me ayude porque yo estoy pasando una vida tremendamente dolorosa, no puedo más. Como madre pido de todo corazón, quiero saber de mi hija. He sufrido gravemente porque mi hija ha desaparecido de mi lado». Además reclamó que «el hombre tiene que saber donde está porque con él ha salido esa noche y ya no ha vuelto”.

Beatriz, madre de Silvia

 

Durante la convocatoria se destacó que “según la investigación judicial, el último que la vio es su ex pareja con quién salió la noche en que desapareció. Ese mismo hombre la había apuñalado unos meses antes. Pero para la fiscal Paula Rodríguez Frandsen no hay motivos para imputarlo. Tampoco sigue otra línea investigativa y la causa prácticamente no avanza”.

“Comenzó a desaparecer cuando desde el centro de salud pidieron la intervención de Desarrollo Social y por las falencias propias de ese Ministerio no atendieron su situación ni la de sus hijos, como le pasa a tantas familias en Viedma y en toda la provincia. Siguió desapareciendo cuando su ex pareja la apuñaló y el Consejo Provincial de la Mujer no la contuvo ni la protegió. Desapareció cuando su familia y sus vecinas perdieron su rastro y desaparece cada vez que la Justicia la revictimiza, cada vez que se dedican a investigar qué tipo de madre es, en lugar de investigar qué le hicieron y dónde está“, denunciaron durante la marcha.

Un año sin avances

Silvia, a principios del año pasado, había sido violentada con armas por su ex marido, Marcos Durán. El poder judicial entendió, de manera misógina, que fueron lesiones leves y descartó restricciones o limitaciones a la libertad del agresor. El viernes, Beatriz sumó su relato al expediente. Ya había hablado telefónicamente con los fiscales pero ahora se presentó y se constituyó en querellante con el patrocinio letrado del ex juez, Favio Igoldi. Estuvo acompañada por su hija Verónica y por el grupo de Mujeres Organizadas de la Comarca.

Aquel 4 de junio, Silvia, Beatriz, el agresor y los niños fueron a ver un partido de fútbol. Alrededor de las 19 horas dejaron a Beatriz y a los niños en la casa y volvieron a salir. Desde entonces no se supo más nada de la mujer. “Compraron unas cervezas en la cancha y me dejaron en la casa con los niños. Me he despertado el lunes y le he preguntado por mi hija. Me ha dicho que se ha llamado un remis y se ha ido. ‘No creo’, le he dicho yo. Le he seguido preguntando y me ha dicho que no va a venir. Le he preguntado si no le ha hecho algo a mi hija y ahí me ha contestado que se ha ido con su macho pues”, relató Beatriz, que marchó este domingo bajo el grito “No estamos todas, falta Silvia”.

Es cierto, un año después, entre la inacción judicial y la falta de voluntad política, aún falta Silvia.

 

Fuente: Radio Encuentro, Río Negro y Agenda Abierta