Dialogamos con la feminista sobre el fin de las exposiciones en el Congreso de la Nación, una nueva movilización de Ni una menos y la inminente votación del 13 de junio para legalizar el aborto.

Por Vero Curvale
Elsa Schvartzman es una histórica, se presenta a sí misma como integrante de la Campaña por el Aborto legal, seguro y gratuito, feminista, Socióloga y docente investigadora de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA) en la cátedra Sociología de la salud. Es una pionera, de aquellas que inauguraron el pañuelo verde al cuello y la mesita en la esquina buscando firmas de adhesión. Una imprescindible.
En diálogo con Agenda de Radio que se emite de lunes a viernes de 16 a 18 por De La Plaza (94.7), la feminista nos habla del proyecto de despenalización y legalización del aborto seguro y gratuito que llegó al Congreso nacional con un debate iniciado a principios de abril, que se extendió por dos meses, con más de 700 expositores y expositoras, a favor y en contra; ahora espera su tratamiento en el recinto el próximo 13 de junio. Elsa Schvartzman expuso el último día: “Es un momento histórico muy importante, es un avance, nunca se había llegado a estas instancias en el tratamiento de nuestro proyecto de ley que presentamos este año por séptima vez”.
Enarboladas con pañuelos verdes, las integrantes de la Campaña nacional por el aborto legal, seguro y gratuito, junto a miles de mujeres, acompañaron día tras día este tratamiento histórico y tan esperado que tuvo “presentaciones sumamente variadas. Consideramos que las ponencias que se explicaron, trabajaron, se presentaron a favor de la despenalización y la legalización, a favor del tratamiento del proyecto, realmente son para analizar, para estudiar, para guardar, muy variadas, muy diversas, algunas más emocionadas, más emocionales, otras con argumentos muy científicos y racionales desde la salud, desde las leyes, de los derechos humanos, desde el feminismo, de la autonomía de las mujeres” manifestó Schvartzman.
Esas mujeres acompañantes, esas que, en muchos casos ni siquiera se definen como feministas, se fueron organizando para levantar sus voces y llegar al Congreso nacional en un abrazo sororo para aquellas que estaban ahí, exponiendo, bancando los trapos desde el principio, con la garganta al abrigo de un pañuelo verde. De esas mujeres surgieron “cerca de 70 mil firmas que no son del movimiento de mujeres, sino de casi 60 colectivos, grupos diversos, muy diversos. Primero eran cartas de adhesión al tratamiento y al proyecto de la Campaña y a la despenalización y legalización y estas firmas lo que tienen en común es que fueron autogestionadas. El día que se presentó tuvimos que cambiar de sala porque no entrábamos, había referentes de cada uno de los grupos que entregaban las firmas, todo el mundo quería estar. Así que han sido dias muy emocionantes, estamos todavía muy aceleradas por decirlo de alguna manera poco científica” expresó Elsa.
“Este cambio que podemos registrar es muy impactante, muy impresionante para las que estamos desde hace tantos años” dijo Schvartzman respecto del resultado que se percibe en las calles con el extenso debate de estos dos meses y continuó “el cambio es fundamental, hay como un vuelco increíble; del aborto se habla, se trata, se discute, en toda esa agenda social, política y ahora legislativa. La sociedad en general se ha movilizado, no es indiferente, hay discusiones, debates, se está en contra, se está a favor, se apoya, no se apoya, hay argumentos, hay críticas; y nosotras consideramos que hemos logrado lo que llamamos la despenalización social. Hay una posibilidad de discutir y debatir de qué es lo que estamos discutiendo y qué es lo que estamos debatiendo en general. La sociedad, o la gente o los distintos grupos están entendiendo y adhiriendo. Lo más impactante es la adhesión, el convencimiento y la posibilidad de discusión de la gente joven”.
Y por supuesto que el reconocimiento mayor se lo lleva la Campaña por el aborto legal, seguro y gratuito que viene trabajando desde el 2005 en la difusión, la búsqueda de adhesiones, el tiempo y las explicaciones que ofecieron a cada persona que se acercaba porque “de esto se trata, de poder pensarlo, analizarlo, informarse, discutir, compartir la discusión” y que Elsa explicitó ampliamente en su ponencia: “La Campaña es nacional, es federal, hay campaña funcionando en muchísimas ciudades. En Paraná hay un grupo muy grande, muy interesante, de compañeras que están trabajando en la campaña. Yo soy de Paraná y sigo atentamente cada una de las acciones y las manifestaciones y las representaciones, así que esto es lo más importante”.
“Y ahora ponemos una mesa, dos, tres, cuatro y hacen cola y los pañuelos verdes desaparecen de nuestras manos. No damos abasto, las cooperativas no alcanzan a fabricarlos. Así que es un cambio muy impactante, y esto no tiene marcha atrás, sabemos que es un avance, un paso fundamental en la historia, en los procesos de las conquistas de los derechos de ciudadanía de este país. Las fotos de los pañuelazos en las distintas ciudades es muy conmovedor, en las ciudades chicas con lo difícil que es trabajar, en algunos pueblos chicos, en algunas ciudades muy grandes y muy reaccionarias, muy tradicionales y vemos como eso se ha extendido y es muy impactante para todos. Y esto está generando que las personas que no se lo habían planteado ya no pueden dejar de pensar en esto”.
Consultada por Agenda de Radio acerca de la exposición a favor de la despenalización y legalización del aborto de los dos ex ministros de salud, Ginés González García y Daniel Gollán, y el actual titular de la cartera Adolfo Rubinstein, Schvartzman fue categórica:”Fueron muy contundentes, lo plantearon los tres de distintas perspectivas y las tres fueron interesantes. Ginés González García fue el primer ministro que empezó a hablar, a trabajar, a proponer, a estudiar y sacó una resolución, un protocolo de atención de abortos no punibles, así se llamaba en su momento. También el doctor Gollán que estuvo un tiempo y ahora el actual ministro llevó cifras contundentes, cifras que son públicas, que las publica el ministerio de salud, que habían sido expuestas por otras personas, pero dichas por el Ministro de Salud actual tiene una contundencia que hay que reconocerlo, es diferente, es importante”.
Ni una menos
En estos días se lleva adelante una nueva movilización masiva, colectiva y federal del feminismo bajo el grito de “Ni Una Menos” que comenzara aquel 3 de junio de 2015 en contundente rechazo, repudio y necesidad de unirse en la exigencia de cumplimiento de derechos, legislación y amparo, empujadas por el feminicidio de Chiara Páez de 14 años.
Respecto de este colectivo, Elsa dijo que “fue impactante y el Ni Una Menos también tuvo cambios, fueron transformándose las consignas desde el 2015 hasta ahora y el apoyo al derecho al aborto seguro, legal y gratuito también. Decimos que no hay ni una menos con aborto clandestino, y esto es un apoyo contundente, importante, porque las manifestaciones son muy masivas, el año pasado y los años anteriores han sido realmente multitudinarios. Me impresiona mucho ver semejante convocatoria, una resonancia popular muy impactante que influyó para poder hablar y poder tomar conocimiento de qué se trata el derecho al aborto. Así que son hitos para reconocer el movimiento de mujeres, el movimiento feminista. Son momentos que marcan hitos importantes en la trayectoria de los movimientos”.
“No hay políticas públicas que estén garantizando la disminución del avance de los femicidios. El patriarcado y el machismo va a ser más complicado, pero por lo menos poner barras a partir de una educación sexual integral que está muy lenta y no hay políticas de Estado, políticas públicas a partir de las escuelas. Muchos movimientos sociales están haciendo talleres y grupos de discusión, de trabajo para revertir este machismo que es la única manera de, en algún momento, poder frenar estos femicidios que cada vez parecen más crueles. Hay una cierta impunidad que les está dando y una cierta publicidad que, por un lado es importante que se visibilice como tal, que se conozca, que se sepa qué es lo que está pasando y de pronto aparece una morbosidad en los medios de comunicación masivos, con imágenes que se repiten hasta el hartazgo. Esto no es una cuestión de visibilizar sino de hacerlo correctamente. Entonces es complejo, es un tema muy difícil de resolver, muy complejo, pero bueno estamos presionando, todo el movimiento de mujeres y mucha mucha gente: la campaña ni una menos, la campaña contra todo tipo de violencia, la campaña nacional por el derecho al aborto, muchísimas agrupaciones sociales, políticas, grupos de estudiantes de las universidades. En las universidades están armando protocolo de violencia para prevenir violencia de género, se está trabajando con docentes, con no docentes, con estudiantes. Hay avances a veces y por momentos parece que hubiera retrocesos, a veces nos desanimamos mucho pero la única posibilidad de poder seguir adelante es organizándose, monitoreando las acciones, teniendo en cuenta la posibilidad de seguir, de discutir, de presionar en todos los estamentos. A través de los medios de comunicación como están haciendo ustedes, abriendo el debate, invitando a participar a distintas perspectivas, a distintos colectivos, para escuchar y ver cuáles son las necesidades y cuáles son las propuestas” concluyó.
Ponencia completa en el Congreso de la Nación
Participo en estas jornadas como integrante de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito, agradezco a mis compañeras con quienes comparto el haber logrado que se abran por fin las puertas del Congreso Nacional..
También protagonistas y hacedoras de lo que compartiremos por pantallas.
Soy feminista, socióloga, docente e investigadora de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, en la cátedra Sociologia de la Salud.
Muchas de mis maestras han pasado por estas audiencias compartiendo saberes y experiencias. También algunas de mis alumnas. Pero muchas más esperan afuera sosteniendo y difundiendo con su fuerza estos debates.
En nuestras clases por los años 2000, el derecho al aborto era abordado con las limitaciones que imponía un tema ocultado en la sociedad y poco trabajado en la mayoría de los ámbitos académicos. Desde entonces, el tratamiento del aborto desde las ciencias sociales como tema de salud, de derechos humanos, de reconocimiento de autonomía y ejercicio de ciudadanía tiene un recorrido más visible y difundido.
Uno de nuestros objetivos fue y es estudiar, difundir, promover los derechos sexuales y reproductivos incluido el aborto a través de compartir información y analizar textos críticamente.
A través de los años, las nuevas leyes que garantizaron derechos, conseguidas por el ejercicio político de la militancia, permitieron también una mejor y mayor participación y discusión teórica.
Lo que se desconocía se hacía visible y las preguntas y exigencias aumentaban. Las y los jóvenes se preguntaban y nos interpelaban académicamente y como personas políticamente comprometidas.
Se pasó del comentario titubeante, como pidiendo permiso, al requerimiento ineludible de tratar el aborto como un tema que se imponía por su evidencia como problema de salud pública y derechos humanos.
Aporta al debate explicitar la importancia que tiene la información, la apropiación participativa y el ejercicio de prácticas de exigibilidad de derechos sobre la autonomía y el poder de decisión, en especial en las adolescentes y jóvenes.
Al analizar los testimonios recuperados de las investigaciones se puede recorrer los cambios y avances en relación con el derecho al aborto.
Desde el relato que lo refería siempre vivido por otras, hasta reconocerlo como una experiencia propia y poder contarlo en primera persona y compartir sin censura.
De definir al aborto como feo, malo, pecado, hasta poder decir en un reclamo explicito, que habrían abortado pero tenían miedo de morirse.
Así se manifestaban las adolescentes, y también las madres entrevistadas cuando hablaban de los embarazos de sus hijas.
Embarazos que cuando terminan en maternidades forzadas por el miedo, desenmascara otra de las consecuencias de una ley ya vieja, que contempla solo causales, que tampoco se cumple en todo el país y que solo logra controlar, estigmatizar y atemorizar.
Contaban que no tenían educación sexual en sus colegios, nada o errónea información sobre métodos anticonceptivos, leyes y derechos. En las escuelas no se hablaba, y en la familias tampoco.
También registramos importantes cambios en la práctica activista como integrante de la Campaña desde el año 2005. Año en el que salimos con nuestra declaración inaugural y dijimos: “el derecho al aborto es un tema de salud pública, de justicia social y derechos humanos” ante el estupor de quienes trataban de convencernos que no era tiempo de hablar de la legalización del aborto.
Las planillas para firmar la adhesión a la Campaña se pensó como una estrategia de visbilización y llegó a instancias solo imaginadas por el entusiasmo. La llevamos a esquinas de muchas ciudades, a sindicatos y movimientos sociales, a colegios, universidades y centros culturales, a los ENM. Cuando comenzamos, la adhesión no era masiva como ahora y cada firma podía implicar una larga explicación sobre qué pedíamos y por qué. Muchas veces quienes se acercaban se iban sin adherir porque querían pensarlo.
Promovió el debate: uno de nuestros objetivos. Lo hemos conseguido: del aborto se habla, se discute, está en la agenda política, social y ahora legislativa. Como afirmamos, hemos logrado la despenalización social del aborto.
De la conjunción de estas pertenencias valoro especialmente cuando me encuentro con las jóvenes alumnas y me saludan con un “qué bueno verla en la calle luchando, profe!”
Que emoción me da verte, logro decir a veces.
Muchos argumentos se han tratado a lo largo de todas estas semanas.
Se habló de salud, de derechos, de leyes, de autonomía, de educación.
¿Pero hablamos de lo mismo?
En ejercicio del poder que otorga la fuerza algunas personas sacralizan a LA mujer congelando su voluntad, a condición de que cumpla los mandatos patriarcales bajo variadas amenazas y concreciones de castigo y discriminación estigmatizante.
Esos sectores anti derechos consideran que necesitamos ser tuteladas, que no podemos decidir sobre nuestras vidas. Nos restan autonomía y capacidad de decisión. No nos creen cuando denunciamos violencias, no responden a nuestras demandas de atención en salud.
En ese escenario no se cumple cabalmente con la ESI, los métodos anticonceptivos escasean y prácticas médicas legales como las ligaduras tubarias y las Interrupciones Legales de Embarazo se niegan en muchos lugares, en tanto las tasas de mortalidad de mujeres gestantes están lejos de las metas de disminución a las que el estado se comprometió ratificando convenios y acuerdos internacionales.
Ahora esos mismos sectores que sistemáticamente se opusieron a la educación sexual en las escuelas desde el año 2006 esgrimen la necesidad de impartirla, descubriendo y apropiándose de banderas con las que intentan impedir que se avance en nuevas leyes.
(LEY NACIONAL de Educación Sexual Integral, N°26150
Basta ya de hipocresía.
Hablamos de cosas diferentes.
Nosotras proponemos una ESI para conocer y poder disfrutar, una formación integral para decidir y tratar de alcanzar una vida con posibilidad de goce con defensa ante las violencias, de respeto por la dignidad propia y la del/la semejante, sin binarismo de género estereotipado y estigmatizante. Que difunda, promueva y garantice los derechos sexuales y reproductivos, incluidos el derecho al aborto.
No queremos una educación sexual centrada en la reproducción y que apunta a controlar la sexualidad como ejercicio del poder patriarcal.
También demostramos que es necesaria una ley que garantice el derecho al aborto voluntario seguro y gratuito. La exigimos porque la actual no alcanza para garantizar el derecho a decidir nuestros planes de vida.
Existe evidencia que implica discriminación, violencia, enfermedad, injusticias, muertes, imposición del poder punitivo sobre los cuerpos de las personas gestantes
Por eso, señoras y señores diputadas y diputados, las y los convoco a asomarse para mirar y escuchar lo que en estos días se vive. Desde allí afuera logramos que las tan custodiadas puertas del Congreso Nacional se abrieran.
De este impacto no se retrocede.
Nuestras jóvenes nos enseñaron a llevar siempre visible nuestro pañuelo verde.
Aunadas saludamos desde acá a nuestras hermanas de Irlanda que nos dicen “No más estigma, ni secreto, ni vergüenza”,
Y saludamos a las que esperan en cada ciudad, en cada pueblo de este país para que podamos entre todas lograr una vida digna de ser vivida en un mundo que pretendemos cada vez mejor.
Estamos apostando a un cambio profundo en lo que hace a los derechos en toda la región.
De esto deben dar cuenta sus votos
Señoras y señores, escuchen lo que cantamos:
nosotras parimos, nosotras decidimos y ahora que si nos ven…
SEGUIMOS EN CAMPAÑA para que el 2018 sea el año del aborto legal en Argentina
EDUCACIÓN SEXUAL PARA DECIDIR, ANTICONCEPTIVOS PARA NO ABORTAR
Y ABORTO LEGAL PARA NO MORIR