La madre de Maldonado se pregunta ¿dónde está Santiago?

Mientras en millones de hogares se celebra el Día de la Madre, Stella Maris Peloso pide la aparición con vida de su hijo, víctima de desaparición forzada hace 76 días.

«A Santiago se lo llevó Gendarmería. Se lo llevaron sólo porque estaba ahí. Porque había ido a despedirse de un amigo. Lo que nosotros queremos es que nos digan dónde está. Que aparezca. Porque nosotros no podemos más. Estas cosas no pueden pasar». La frase es de Stella Maris Peloso, la madre de Santiago Maldonado. Y no es una frase reciente, sin embargo sigue tan vigente como cuando la pronunció.

En el barrio Obrero de la ciudad 25 de Mayo, a la mamá de Santiago la conocen como Stelita, esa mujer de ojos verdes como su hijo que trabajó durante 29 años como encargada en la escuela 25 de Mayo, a dos cuadras de su casa. Hogar, adonde hoy siguen esperando por Santiago y donde Stella vive su primer día de la madre sin saber nada de su hijo.

Desde el 1° de agosto pasado, cuando la Gendarmería reprimió en la Pu Lof de Cushamen y se llevó a Santiago esperan que les digan dónde está su hijo.De la noche a la mañana el joven de 28 años se convirtió en la imagen de las víctimas de la violencia institucional y su caso es objeto de preocupación en organismos internacionales como la ONU y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

No sólo no le brindaron ninguna respuesta a esta madre que espera sino que además el oficialismo intentó por todos los medios desviar la atención de la principal hipótesis, la desaparición forzada a manos de la Gendarmería, para instalar otras teorías que, una a una, se fueron cayendo por su propio peso. A pesar de ello, la primera candidata a diputada nacional del macrismo en la Ciudad de Buenos Aires, Elisa Carrió, no se sonrojó días atrás al asegurar que «hay un 20% de probabilidades de que Santiago esté en Chile».

La última vez que Stella habló con Santiago fue apenas unas horas antes que el joven se fuera al corte de la ruta 40 que Gendarmería reprimió violentamente y en el que se lo pudo ver a Pablo Noceti, jefe de Gabinete de la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich. En aquella oportunidad Santiago le dijo que se iba a despedir de un amigo de la comunidad mapuche y que a la vuelta se tomaba el colectivo para volver a casa, a 25 de Mayo, después de varios meses viajando. «¿Vos me podés ir a buscar?» le preguntó a su madre. «Sí, claro, te busco, por supuesto» le dijo Stella.

Santiago tenía planeado tomarse el colectivo que iba a Bragado y bajarse en la ruta. Stella lo iría a buscar ahí. Pero antes de recibir el llamado en que le advertiría que ya estaba llegando, al celular a Stella la llamó un amigo de Santiago para avisarle que a su hijo se lo había llevado la Gendarmería y que desde entonces nadie sabía nada de él.

Enseguida Stella lo llamó al celular con la esperanza de que atendiera. De que todo fuera una equivocación. Pero no la atendió nadie. Después se supo que ese celular no lo llevaba consigo al momento de la desaparición y que lo había dejado en la Biblioteca en la que estaba viviendo en El Bolsón. «Siempre hacía eso de dejar el celular. Me decía: yo te llamo cuando vuelvo porque tengo miedo de perder el celular por ahí» contó Stella.

Stella junto a su hijo Sergio

 

76 días después de la desaparición forzada de Santiago, su madre y su familia lo sigue esperando con el mismo abrazo de siempre. «Es el más chico de la familia, el mimado», dice Stella, con quien su hijo siempre tuvo una complicidad especial. Habían hablado varias veces esa semana antes de su desaparición. Tenían un código. Él le hacía sonar el celular y ella lo llamaba para que él no gastara la plata que tenía.

El día de su cumpleaños Stella lo llamó y hablaron un rato. Le dijo que tenía ganas de verlo. Habían pasado ocho meses desde la última vez que había estado en su casa. Había sido en enero, después de un viaje que lo llevó por Entre Ríos y Misiones. Volvió para las fiestas y se quedó hasta los primeros días de enero. Después volvió a la ruta, esta vez hacia la Patagonia y Chile.

Dos meses y medio después de la última vez que hablaron Stella no sólo tiene que luchar contra la angustia de no saber dónde está su hijo sino también contra las operaciones políticas y mediáticas que intentan casi a diario desviar la atención de la principal hipótesis de investigación: la responsabilidad del Estado nacional, y de una de sus fuerzas de Seguridad, en su desaparición forzada.

Por eso los hermanos mayores de Santiago tuvieron que armar una página web donde cada día publican novedades sobre la investigación y se encargan de desarmar las «noticias falsas» que intentan instalar post verdades a través de los medios y las redes sociales. «Cada noticia es un suplicio» dice y recuerda cuando «dijeron que habían encontrado un cuerpo. Estuvimos pendientes toda la tarde con el corazón en la boca». Al final nada habpia sido cierto. Sin embargo lo reprodujeron decenas de medios.

Para Stella el tiempo se detuvo aquel 1° de agosto. Por eso para ella este domingo no es el Día de la Madre. Hoy como aquel día Stella sólo espera tener noticias de Santiago. Desde aquel día el resto del mundo quedó suspendido.

Fuente: Agenda Abierta y Minuto Uno