Esas son las palabras que dijo su papá. «Yo se muy bien cuál es el país que Micaela quería y vamos a trabajar el doble para hacerlo realidad».
Por Iván Taylor
Esas son las palabras que dijo su papá. El audio se distribuye rápido, las redes tienen esa característica. «Les pido a sus amigos que no le agreguen más dolor a esto» agrega. «Yo se muy bien cuál es el país que Micaela quería y vamos a trabajar el doble para hacerlo realidad».
Hoy vamos a salir nuevamente, con velas, vestidos de negro. No vamos a desoir este llamado a redoblar esfuerzos. Hoy duele todo y el día gris es una metáfora perfecta de la sensación de muchos, pero de la indiferencia de otros, también. A ellxs los llamamos.
Uno siempre recuerda donde estaba el día que pasó algo que cambió su vida o la forma que tenía la sociedad en que vivió, que ya nunca será igual después de sucesos como este. La mañana de este sábado nos encontró esperanzados, recién vueltos de una marcha en que fuimos a reclamar a nuestra compañera en las puertas de Tribunales. Fuimos con nombre y apellido, pusimos el cuerpo como prenda del cuerpo que nos era negado. Dejamos la denuncia en las escalinatas, pintado el nombre del juez Rossi con aerosol.
Hemos blandido el canto como una lanza, como han cantado todos los hombres y mujeres a lo largo de la historia, para llamar al valor y reconocernos en la lucha; somos herederos de milenarias generaciones de luchadores populares, al igual que lo fue Micaela, sin los cuales ninguna transformación social hubiera sido posible, ninguna conquista. Cantamos contra la cruel indiferencia, contra los prejuicios.
Vamos a sacarnos las lágrimas de los ojos y las vamos a usar para pintar nuestras caras, será el horror de quienes se escandalizan por ver una madre dando la teta a su cachorrx en una plaza, para quienes piensan que decir un piropo es halagueño, que tocar un cuerpo sin permiso es un chiste. Seremos la pesadilla de quienes aún creen que robar un beso es romántico, que una mujer es una puta si no guarda sumiso decoro, que no se respeta si su falda es muy corta y que eso deja la posibilidad abierta de ser abusada, como una licencia tácita de la sociedad.
Vamos a cuidarnos entre todxs y vamos a marchar el doble. Vamos a caminar cada calle, a molestar cada comodidad, a desordenar cada escritorio, a tirar abajo cada puerta que haga falta hasta que no quede ni un juez más brindando beneficios criminales a un macho violador.
La compañera Micaela García militó como nosotros, para tener un mundo mejor, un mundo mas justo y lo peor del mundo se llevó su vida. Nos queda la fuerza de esa piba, un poco en cada uno.
Mientras muchxs comienzan a despotricar contra los Derechos Humanos, aprovechando salvajemente una situación de dolor generalizado, nosotros deberemos estar más atentos que nunca y más firmes en nuestras convicciones.
Este no es el peor final, ni Micaela descansa en paz.
Acá no se termina nada. Hoy comienza una nueva lucha, hermana de luchas anteriores.
¡COMPAÑERA MICAELA GARCÍA PRESENTE, AHORA Y SIEMPRE!
Nos vemos en las calles
Palabras del padre de Micaela
Conocida la noticia y ante los medios de prensa y los vecinos y amigos que se acercaron, Néstor García, el padre de Micaela agradeció a la comunicad que los acompañó en la búsqueda e hizo un llamamiento a transformar el dolor en lucha: “Yo ahora voy a cumplir los sueños míos y los sueños de mi hija. Con Andrea vamos a laburar el doble para que sea realidad el país que Micaela quería. Yo se muy bien el país que Micaela quería”.
“Micaela tenía un corazón de oro. vivía para las otras personas, nos visitaba poco porque quería estar en el barrio, haciendo un torneo para los que no tienen nada o haciendo tortas fritas para repartir. Esa era Micaela. Entre todos tenemos que lograr cambiar la realidad que ella quería cambiar. Por Micaela. Tenemos que lograr una sociedad mejor. Alrededor de cada uno de nosotros tenemos que lograr el país que Micaela quería, la sociedad que Micaela quería”, afirmó.