Juan José Aranguren aparece como miembro de directorios en cinco petroleras offshore

El Ministro de Energía de la Nación fue indicado por la investigación Paradise Papers por su participación en dos firmas subsidiarias de Shell, con negocios con el actual gobierno. Hay otras tres vinculaciones offshore

Los Paradise Papers revelaron la presencia de un nuevo ministro del gobierno de Cambiemos en la red global de servicios financieros offshore. Los 13,4 millones de documentos que dieron forma a la megafiltración expusieron la participación del titular de Energía, Juan José Aranguren, en dos sociedades registradas en la guarida fiscal de Barbados. Las firmas vinculadas a su trayectoria en la petrolera anglo-holandesa se denominan Shell Western Supply and Trading y Shell Antilles and Guianas Limited. El año pasado, la primera ellas, ganó 13 licitaciones para suministrar 650.000 metros cúbicos de gas oil al Estado que le permitieron facturar alrededor de 240 millones de dólares (ver aparte).

La información publicada en el marco de un proyecto global coordinado por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, se suma a las operaciones en paraísos fiscales controladas por el ministro de Finanzas, Luis Caputo. Ayer se conoció además la presencia de Antonio de la Rúa y Shakira (ver aparte). Documentación oficial del Companies House, el registro público de sociedades británico, analizada por PáginaI12 muestra que Aranguren fue designado en otras tres sociedades que tuvieron presencia en guaridas africanas, caribeñas y europeas: Shell Namibia Limited controlada desde Islas Mauricio, The Shell Company (W.I) establecida en Curazao y Shell Paraguay inscripta en Londres. Los registros y balances de las tres compañías consultados por este diario muestran que el funcionario se desempeñó en esas empresas entre 1995 y 1997.

A través de un comunicado, Aranguren intentó justificar su presencia en el mundo offshore. Recordó, para eso, que a lo largo de sus 36 años en Shell se desempeñó en el exterior en dos ocasiones. La primera experiencia fue en Australia entre 1985 y 1986, mientras que la segunda oportunidad fue en Inglaterra entre 1995 y 1997. Durante su estadía en Londres, explica el texto del funcionario, lo nombraron Coordinador de Área para los países anglo parlantes de África (1995) y luego de América Latina (1996 a 1997). Los registros público británicos identificados por PáginaI12 a partir del estallido de los Paradise Papers dan cuenta de otras tres ramificaciones offshore vinculadas a aquella experiencia. “En ambos casos, era práctica común desempeñar el rol de director representante del accionista en alguna de las tantas compañías subsidiarias que operaban en dichas regiones. Ser director en estas firmas, como la operatoria de las mismas, no constituye per se un delito ni viola la ley”, señaló el funcionario al referirse a su presencia en, por lo menos, cinco sociedades offshore.

Los Paradise Papers exponen cómo Aranguren suministró sus datos personales a las autoridades de Barbados para constituirse como director de Shell Antilles and Guianas Limited. En los archivos públicos del gobierno británico consultados por PáginaI12 figura que el ingeniero se desempeñó en esa firma entre julio de 1996 y mayo de 1997. El balance de Shell Antilles and Guianas Limited correspondiente al ejercicio de 1996 precisa, como enfatizó Aranguren, que “ninguno de los directores recibió ningún emolumento por sus servicios en esta compañía”. Pero, aunque no recibió un salario, las notas a los registros financieros de la firma muestran cómo el año que recorrió directorios de distintas subsidiarias offshore de Shell, la petrolera le ofreció una opción de 600 acciones de la Royal Dutch Petroleum Company. La megafiltración también expuso que entre abril y septiembre de 2003, Aranguren figura vinculado a Shell Western Supply and Trading Limited de Barbados. Su participación no superó los cinco meses, ya que renunció cuando comenzó a desempeñarse como presidente de la filial de la petrolera en la Argentina.

“Operar comercialmente en los países antes mencionados tampoco es un delito. No hay una prohibición legal de realizar actividades comerciales en dichos países”, sostuvo el funcionario que antes de desembarcar en la firma registrada en Barbados se desempeñó en otras tres sociedades con ramificaciones offshore. La primera compañía se denomina Shell Namibia Limited. Registrada en Londres, la empresa está controlada por una firma de Islas Mauricio, una guarida fiscal ubicada en el océano Índico. Aranguren formó parte de la firma, denominada hoy Vivo Energy Namibia, entre abril de 1995 y marzo de 1996. El mismo día que renunció, el empresario fue designado en la subsidiaria británica de la petrolera llamada Shell Paraguay. Y a los tres meses, Aranguren sumó otro cargo de director en The Shell Company (W.I). Establecida en 1923 en Curazao, la empresa del holding está basada en Panamá. “Para una empresa como Shell, no hay un ‘afuera, un ‘offshore’, si opera en todo el mundo, a menudo con márgenes bajísimos de ganancia y debe buscar cada oportunidad fiscal que pueda, que se van limitando, sí, pero que aun es legal”, indicó a La Nación el funcionario. Las dos anteriores filtraciones, Panamá Papers y Bahamas Leaks, mostraron que el uso de sociedades offshore es una práctica extendida entre los dueños de grandes petroleras argentinas como PAE, Petrobras, Exxon, Petrolera San Jorge, Perez Companc, Bridas y Puma.

A medida que se conocen los vínculos locales de los Paradise Papers, la megafiltración evidencia que la presencia del presidente en los Panamá Papers no expuso un caso aislado. La offshore Fleg Trading donde Macri figuró como director no representa un desliz en la historia de los miembros de uno de los empresarios más poderosos de la Argentina. El uso de las guaridas fiscales constituye una práctica habitual en el universo Macri. La extendida presencia de familiares, amigos, socios y funcionarios en la red global de servicios financieros offshore expuesta en el libro Argenpapers dan cuenta del comportamiento sistemático de los principales grupos económicos del país. De acuerdo a las estimaciones del director de la organización Global Financial Integrity, Raymond Baker, los actores económicos privados explican alrededor del 63 por ciento del total de flujos financieros ilícitos globales. El restante 37 por ciento se origina en actividades estrictamente criminales de todo tipo, y de esa porción, la corrupción gubernamental alcanza a apenas 3 puntos porcentuales.

La estrecha relación de Shell y Aranguren, de 1977 a la fecha

En junio de 2015, Juan José Aranguren anunció que dejaba la presidencia de Shell Argentina, que había ocupado durante doce años, para volcarse a la política desde las filas de Cambiemos. Pero muchos sospechan que nunca se alejó de la firma angloholandesa, a la que se había incorporado en 1977. En realidad, otros sospechan además de que venía dedicándose a la política desde mucho antes de que Mauricio Macri lo eligiera para ser ministro de Energía y Minería. Como cuando se puso al frente de la pelea contra la política de precios del gobierno de Néstor Kirchner, rechazando todos los intentos oficiales de controlar las subas de los combustibles. O como cuando, en las postrimerías del gobierno de Cristina Kirchner, concretara una llamativa operación de compra de 4,5 millones de dólares en el mercado mayorista de divisas, pagando un precio sorprendentemente superior al de la cotización de ese momento, justo cuando el gobierno hacía los mayores esfuerzos por bajar la cotización.

Ya en su actuación como titular de la cartera de Energía, sumó múltiples denuncias por operaciones que pueden haber representado fuertes beneficios para la empresa que ya no presidía, aunque seguía siendo accionista de la empresa madre del holding. Los 13 millones de pesos que, según su propia declaración jurada, tenía invertidos en acciones de Royal Dutch Shell, le valieron una denuncia ante la Oficina Anticorrupción. Laura Alonso, su titular, recomendó comprensiva que despejara toda sospecha desprendiéndose de esos activos. Y que cediera la firma de todo asunto que involucrara a la empresa Shell en un par. El elegido fue Francisco Cabrera. Más que un lavado de cara, fue una mano de cal para intentar tapar las huellas.

Aranguren fue cuestionado por las importaciones de GNL desde Chile, que en realidad eran provistas por una subsidiaria de Shell -el país trasandino no tiene gas propio para exportar–, por las cuales pagó un 130 por ciento más caro que el gas importado desde Bolivia. En la denuncia que se conoció en el día de ayer, nuevamente aparecen involucradas las operaciones de importación de combustibles. Esta vez, no sólo resulta favorecida por contratos recientes, por 240 millones de dólares, una empresa subsidiaria de Shell, sino que el propio Aranguren  figuró en el pasado en su directorio.

Shell Western Supply and Trading Limited obtuvo, en abril de 2016, la adjudicación de siete contratos para el suministro de gasoil a Cammesa, la administradora del mercado mayorista eléctrico, que adquirió el combustible para abastecer a las centrales térmicas en invierno, cuando la prioridad en el uso del gas natural es del consumo residencial. Por esta operación, Aranguren fue denunciado ante la justicia federal por haber favorecido, con las contrataciones, a la petrolera a la que estuvo estrechamente ligada como titular de su filial y como accionista de su casa matriz. No obstante eso, en el posterior llamado a concurso, dos meses después, Shell Western Supply volvió a resultar beneficiado con dos nuevos contratos, a los que posteriormente se sumaron otros tres. El resultado fue una facturación de aproximadamente 240 millones de dólares por ventas de gasoil a Cammesa en apenas tres meses.

Las revelaciones que ayer dio a conocer el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación señala que Juan José Aranguren integró el directorio de esa y otra compañía off shore perteneciente al grupo Shell en el año 2003. Shell Western Supply and Trading es una subsidiaria de Royal Dutch Shell con sede en Barbados, cuya función es intervenir en las operaciones que la petrolera internacional realiza con América Latina, con el indisimulable propósito de eludir el pago de impuestos, usualmente acompañado por elusión de normas laborales del personal embarcado.

La otra off shore en la que Aranguren aparece involucrado como director es Shell Overseas Limited Antilles and Guianas, en el año 1996. En este caso, se trata de una firma con operaciones en el mismo rubro con Puerto Rico, Guayana y Surinam. Otros puertos de un largo recorrido del hoy ministro, aunque siempre defendiendo la misma bandera.

Fuente: Página 12