Una autopsia dirá cómo murió la bibliotecaria de Gualeguaychú

El sábado exhumaron el cuerpo de Liliana Leonhardt y este viernes harán la autopsia en Oro Verde, para investigar las causas de su muerte el pasado 3 de octubre.

La Justicia dispuso que este viernes se realice la autopsia al cuerpo de Liliana Leonhardt, la bibliotecaria y docente de Gualeguaychú cuyo extraño deceso se produjo el martes 3 del actual en el Sanatorio San Lucas de esa ciudad. Así lo confirmó la fiscal de la causa que investiga los motivos que dieron origen al fallecimiento de la docente y bibliotecaria, Martina Cedrés, de la Unidad Fiscal de Gualeguaychú. La autopsia tendrá lugar en la morgue judicial de Oro Verde.

El cuerpo de Leonhardt fue exhumado el sábado último, por orden de la Justicia y frente al reclamo de la familia que no pudo determinar la causa exacta de la muerte y tampoco consiguió que la Justicia hiciera lugar a una medida cautelar para que fuera traslada a un centro médico de mayor complejidad. Además, esta semana la fiscal Cedrés avanzará con otras medidas en el marco de la investigación penal preparatoria que lleva adelante. Al respecto, dijo que «durante esta semana vamos a definir las citaciones al personal médico del sanatorio San Lucas».

En contexto

Liliana Leonhardt falleció el pasado martes 3 de octubre sin que exista un diagnóstico certero que explique el proceso de deterioro de su cuerpo a lo largo de un mes de internación. Cuenta la familia que los médicos del sanatorio San Lucas les decían hacia el final de aquellos días, en los que les avisaban que tendrían que comenzar a despedirse: «estuvimos todo el tiempo tratando las consecuencias y no las causas» que dieron lugar al cuadro clínico de la paciente”, según denunció su hermana, Lorena Leonhardt.

Liliana Leonhart era bibliotecaria: por la mañana en el Instituto Agrotécnico, por la tarde en el Instituto Magnasco, ambos en Gualeguaychú. También era docente de nivel primario. Tenía 51 años, tres hijos, dos hermanos y un universo de amor que llora su partida.

La propia bibliotecaria contó de su peregrinaje por el sanatorio San Lucas a través de audios de whatsapp que guardó su hermana. “Me atendió un especialista cordobés -de apellido Muñoz- que hace traumatología neurológica. Me dijo que lo que tenía muy inflamado era el músculo que sostiene las nalgas, que era un problema de la pierna más que un problema lumbar. Me dijo que me iba a infiltrar y que a los 10 minutos iba a salir caminando como si nada, que no tenía que hacer más reposo ni cuidarme más, excepto empezar kinesiología y hacer rehabilitación postural y aprender a caminar y hacer esas posturas. Lo concreto es que esperé 10, 20, 30 minutos. Estoy toda encintada en donde me pinchó y el médico tenía que hacer una operación al primer piso. Cada vez que lo intentaba no me podía levantar, volví en un solo grito, voy a esperar. Acostada estoy bien, pero cuando me paro me muero. Pero voy a esperar, capaz que en una hora mejora.. me infiltró a las cuatro de la tarde, pero no me podía venir del dolor”.

La Clínica San Lucas es el mismo centro asistencial que en el verano de 2016 estuvo en medio de un escándalo por una denuncia de mala praxis. El caso llegó a la Justicia tras la denuncia de familiares de la joven Andrea Schlotthauer, quien falleció en ese centro asistencial. “Estoy en un solo grito del dolor, no sé qué vamos a hacer, pero no le digas a mami”, dijo Liliana en un nuevo. En ese breve espacio de su voz, se perciben con claridad las dificultades que presentaba Liliana para hablar ya en ese momento.

Cautelar

En medio de su internación en el San Lucas, la familia de Liliana Leonhardt intentó una derivación a otros centros de mayor complejidad de Buenos Aires, y para eso acudió con una medida cautelar ante el titular del Juzgado de Familia y Penal de Niños y Adolescentes de Gualeguaychú, Héctor Domingo Vasallo. Pero el magistrado rechazó el escrito, según dice ahora la familia, sin siquiera leer toda la historia clínica. “Tengo serias dudas de que el Juez Vassallo haya leído la cautelar antes de rechazarla”, dice la hermana de la bibliotecaria, en declaraciones que formuló al sitio Reporte 2820.

“Liliana fue infiltrada el pasado 29 de agosto. El segundo ingreso al sanatorio ocurrió esa misma noche, cuando tuvo 22 de presión, según los médicos, por el dolor agudo. Le dieron el alta con una bolsa de medicamentos, entre ellos codeína fosfato, pregabalina, diclofenac, entre otros. Se fue a su casa, pero inmediatamente después la vuelven a internar en la Unidad de Terapia Intensiva con un terrible dolor de columna que luego se comprobó, a partir de una resonancia, que se debía a una hernia de disco L4-L5: un diagnóstico totalmente distinto al del inicio”, contó su hermana, Lorena Leonhart.

“Entonces se planeó hacer un bloqueo tres días después. Liliana pasó a sala común. En ese momento, se rompe el tomógrafo de San Lucas y queda postergado el estudio. Liliana comienza el cuadro de diarrea sangrante, para después volver a Terapia por deterioro neurológico severo -compromiso encefálico y fallo renal según indica la propia historia clínica- mientras, continúa con una diarrea con gran presencia de sangre. El proceso de deterioro que cuento a partir de su segunda internación, comenzó el 2 de septiembre; tres días después de la infiltración.
Y así, luego de muchas idas y vueltas con la obra social de mi hermana, se presentó el 21 de septiembre la cautelar ante el Juzgado de Familia, Civil y Penal de menores de Gualeguaychú de Héctor Vassallo”, relata.

Respecto del pedido a la Obra Social de Trabajadores de las Comunicaciones (Ostrac), que cubría a la bibliotecaria, explicó que pidieron “una derivación inmediata a un centro de mayor complejidad que el sanatorio San Lucas, ante la ausencia de un diagnóstico certero que explicara la afección -colitis isquémica y deterioro neurológico- de Liliana.

Vale la pena destacar que el pedido no respondía a las buenas intenciones de nuestra familia, sino a una necesidad manifiesta por el equipo médico que la atendía, por falta de instrumental específico y ante la imposibilidad de arribar a un diagnóstico que permitiera tratar la causa de su padecimiento”, explicó Lorena.

“Antes de la presentación de la cautelar, fueron muchas las insistencias a la obra social para que nos diera una respuesta. Sabemos que constantemente el jefe de la UTI -doctor Geuna- hablaba con el doctor Pecoraro, médico de la obra social que ofrecía la clínica de La Merced de Martín Coronado, provincia de Buenos Aires, como el destino del traslado. Según manifestaron en todo momento los médicos que trataban a Liliana, la institución propuesta por la obra social era, incluso, de menor complejidad en función de la atención que ella estaba recibiendo”, continuó.

Pero en la Justicia no atendieron su demanda. “Rechazar la cautelar le llevó al Juez Vassallo unas pocas horas”, resaltó.

Rechazo

Los familiares de Liliana Bernhardt se preguntan todavía por qué la Justicia les rechazó una cautelar a través de la cual reclamaban que sea derivada a un centro de mayor complejidad.

El rechazo fue firmado por titular el Juzgado de Familia y Penal de Niños y Adolescentes de Gualeguaychú, Héctor Domingo Vasallo. “Tengo mis serias dudas de que el juez Héctor Vassallo haya leído la carpeta que construímos durante horas para argumentar la solicitud de la medida cautelar, antes de rechazarla. Mi hermana había tenido por esas horas una leve mejoría que la llevaba a estar estable al momento que llegó el médico judicial, pero me permito preguntar: ¿leyó la historia clínica de Liliana el médico judicial o el Juez? ¿No amerita tomar todos los recaudos cuando se decide sobre la posibilidad de sobrevida de una persona?”, dijo Lorena Leonhardt.

“Elegimos presentar una cautelar porque era la medida más expeditiva que podíamos generar para obtener una rápida respuesta; como la obra social de Liliana es nacional, en caso de presentar un recurso de amparo tendríamos que haberlo hecho en Concepción del Uruguay ante el Juzgado Federal, lo cual implicaba una mayor demora que no nos permitía resolver la situación que estábamos atravesando. La cautelar fue presentada alrededor de las 10 de la mañana del 21 de septiembre; pocas horas después tuvimos la revocación de la medida. Quiero destacar que el informe del médico judicial que vio a mi hermana no es vinculante en función de la decisión que debía tomar el juez, más allá de que no comprendemos el criterio por el cual sí valieron los parámetros estables de esa mañana sin considerar las complicaciones previas, sin tener causa diagnosticada, entre otras preguntas que nos hacemos surge la duda sobre si leyeron – o no- la histórica clínica de Liliana”, planteó.

Fuente: El Diario