Buenos Aires: comenzó el juicio por el feminicidio de Melisa Tuffner

La joven de 22 años fue asesinada en 2015 cuando se dirigía a un Centro Cultural de la localidad de Glew. El principal acusado tiene una causa por intento de violación a su sobrina y una exclusión del hogar por violencia contra su pareja.

Foto: AnRed

 

El 19 de julio de 2015 Melisa Tuffner, estudiante de psicología y acróbata, salió de su casa en Glew, una localidad del partido Almirante Brown en el sur de la provincia de Buenos Aires, para ir al Centro Cultural “Gringo Viejo” en el que iba a participar de una muestra de acrobacia y tela. No llegó. Vecinas y vecinos la encontraron tirada en la vereda con dos puñaladas en la cabeza y un tajo en la cara. No le robaron. Tenía todas sus pertenencias. Nadie escuchó nada. Las cámaras de seguridad mostraron a su vecino Oscar Sosa, de 30 años, con dos causas, caminando detrás de ella, quien luego del feminicidio fue a visitar al papá de Melisa un día antes de asumir la culpa en la comisaría. El jueves comenzó el juicio en el Tribunal Oral Criminal 8 de Lomas de Zamora, aunque bajo la caratula de homicidio simple.

El juicio arrancó a las 11 y terminó a las 17:40 del pasado 26 de octubre. Durante esa primera audiencia, declararon 13 testigos, se presentaron las pruebas que reunió la fiscalía, y el equipo médico declaró sobre la autopsia. El juicio se encuentra a cargo de los magistrados Nicolás Amoroso, Gustavo Ramilo y Alejandro Garlata, mientras que la acusación está a cargo de los fiscales Pablo Pando y Mabel Lois, de la UFI 12 de Lomas de Zamora, la misma que llevó adelante la instrucción de la causa. El feminicida es representado por un defensor oficial.

Por su parte, el próximo martes 31 de octubre, las partes leerán los alegatos finales y los jueces darán la sentencia. Marcelo Tuffner, el papá de Melisa, declaró a los jueces que “Sosa siempre fue una persona rara» y que sus hijas «le tenían miedo”. La familia sostiene que Sosa es “una persona peligrosa” y esperan que sea condenado con la pena máxima “para que no pueda lastimar a nadie más”.

La estrategia de la familia es disputar el cargo de homicidio simple y luego pedir el cambio de caratula a homicidio agravado, según explicó Pablo Ezequiel Rodaniche Azcui, el mejor amigo de Melisa. También realizarán un juicio por mala praxis a la Unidad de Pronta Recuperación (UPA) de Longchamps: “Nosotros entendemos que la muerte de Melisa fue una negligencia. Si se manejaban bien, le hubieran prolongado la vida hasta llegar al hospital. Además nunca identificaron la herida que tenía en la cabeza, donde había entrado el cuchillo, y modificaron la primer historia clínica después de que el caso fuera a los medios y se hiciera público”.

El principal acusado del feminicidio, Oscar Sosa, era allegado de la familia Tuffner. Participó de una marcha para pedir el esclarecimiento del caso y fue a visitar al papá de Melisa un día antes de asumir la culpa en la comisaría para dar su pésame. Tiene una causa por intento de violación a su sobrina y una exclusión del hogar por violencia contra su pareja.

Según la reconstrucción realizada, Sosa asesinó a la joven acróbata luego de seguirla cuando ella se dirigía hacia el centro cultural “El Gringo Viejo”, ubicado en Glew. La joven tenía previsto ir a ese sitio y luego encontrarse con su familia en la cancha de Temperley. Melisa fue trasladada a la Unidad de Pronta Atención (UPA) de Longchamps, donde los médicos constataron que presentaba dos heridas punzo cortantes profundas en la cabeza, una en la parte posterior y otra en la sien, y un corte en la cara, además de golpes. Cuando sus familiares se enteraron de lo sucedido, tramitaron su traslado al Hospital Sirio Libanés, en el barrio porteño de Villa Devoto, aunque la joven llegó allí con muerte cerebral y finalmente falleció.

Fuente: Cosecha Roja y Agenda Abierta