Carta abierta de la Multisectorial Feminista de Paraná

Mediante una carta abierta volvieron a exigir la declaración de emergencia en materia de violencia de género.

Foto: Agenda Abierta

Ante las recientes declaraciones mediáticas de la diputada provincial Emilce Pross, a cargo de la Banca de la Mujer con respecto a la exigencia de que el Estado provincial legisle la emergencia por violencia de género y la representatividad de las mujeres, lesbianas, travestis y transexuales que hicimos ese reclamo -dentro del movimiento feminista y de mujeres- las abajo firmantes decimos a funcionarias y legisladoras:

Hace más de tres años, por el incremento de los feminicidios en Entre Ríos y en el país, el movimiento de mujeres, lesbianas, travestis y transexuales exige la emergencia e insiste en la urgencia de esta política pública.

Hemos asistido a reuniones, hemos conversado hasta el hartazgo y nos siguen matando, violando y violentando cada 18 horas.

Hemos llenado calles y plazas. Hemos ido una y muchas veces a la puerta de la Casa de Gobierno y al Poder Judicial.

Quienes nos convocan a reuniones no escuchan nuestras opiniones respecto de las acciones que proponen, aun cuando denunciamos que lo que dicen no se corresponde con la realidad y cuando en otros países las mismas medidas ya son obsoletas y no funcionaron, y entonces nos invitan a una próxima reunión.

Nos están matando.

¿Cuántas reuniones necesitan para entender esto?

¿Quién representa a las mujeres, lesbianas, travestis y transexuales?

Sería ideal que la Nación decrete la emergencia por violencia de género. Pero lo cierto es que no es necesario: quienes gobiernan y legislan en la provincia de Entre Ríos pueden comprometerse con la vida y la salud de las mujeres entrerrianas y acordar la emergencia.

En Paraná y a través de la Ordenanza Nº 9.417, promulgada por el Decreto Nº 1.434 del Departamento Ejecutivo Municipal, se declaró “en todo el territorio del Municipio de Paraná la Emergencia pública en materia social contra la violencia de género y feminicidio por el término de dos años pudiendo prorrogarse por dos más en el caso que no se dé cumplimiento estricto con la ley Nacional N°26.485, ante la escalada ola de violencia contra las mujeres de nuestra ciudad”.

Sin embargo la actual gestión nada hace para cumplir la ordenanza vigente perpetuando la complicidad e inacción estatal en materia de violencia.

Y hay otros antecedentes de declaración de emergencia en el Municipio de Villa María (Córdoba), en abril de este año. También en La Plata (Bs. As.) y en junio en la provincia de Chubut los partidos políticos pactaron y tomaron la decisión de combatir la violencia con diferentes ideas y presupuesto.

En Entre Ríos cada vez que algún sector social se ve afectado por una crisis inmediatamente el Estado declara emergencia y le otorga miles de pesos y políticas de excepcionalidad para garantizar la recuperación de esa parte de la comunidad.

¿Será que las mujeres deberíamos ser víctimas de la lluvia, el granizo o la sequía para que alguien se preocupe de garantizar la continuidad de nuestras vidas?

¿Cuál es el número en donde se tornaría preocupante, y por tanto, urgente?

¿Quién representa a las mujeres, lesbianas, travestis y transexuales?

Claramente no las que ocupan lugares de decisiones en políticas públicas. No las que ocupan bancas.

Sí las que estamos en las calles, las que hacemos el trabajo del Estado acompañando a las víctimas y buscando a las que desaparecen.

Que quede claro: Nosotras nos representamos entre nosotras. En nuestra diversidad, somos muchas. Y hemos logrado acuerdos políticos porque somos un movimiento político.

Las firmantes exigimos a las mujeres que ahora ocupan cargos políticos y/o electivos que tomen decisiones y hagan declaraciones, actuando desde la ética a la que por ley deben responder y no desde sus opiniones “particulares” o personales.

No están en su casa, no están decidiendo sobre sus problemáticas familiares.

Las instituciones públicas no les pertenecen. Son del pueblo. Por tanto nos deben respeto.

Si sus respuestas seguirán siendo las mismas: renuncien.

Que renuncien todas las personas que públicamente no puedan ejercer la responsabilidad ética y el compromiso para erradicar la violencia hacia las mujeres.

Nosotras seguiremos de pie y en la lucha, porque nuestras demandas no son sólo sloganes ni carteles para compartir en las redes sociales.

Nosotras seguiremos juntas y organizadas en las calles hasta que sea justicia por todas.

Hasta que el Estado admita su responsabilidad.

Hasta que las mujeres, lesbianas, travestis y transexuales podamos ejercer nuestros derechos.

¡Ni una menos!

¡Vivas y libres nos queremos!

Fuente: Multisectorial Feminista de Paraná