Denuncian atrasos en el cobro de los docentes de planes nacionales

Perciben un salario de $5.080 por mes para dictar talleres y realizar trabajo de asistencia pedagógica a contraturno a chicos de zonas vulnerables. Se trata de un programa que financia la Nación.

El tema fue puesto en agenda por el último plenario de secretarios generales de la Asociación Gremial del Magisterios de Entre Ríos (Agmer), que se reunió el 18 del actual en Concepción del Uruguay.

La declaración final del encuentro señaló que “otro punto que genera preocupación de este plenario es la situación de los trabajadores de los Centros de Actividades Infantiles (CAI) y del Plan Mejora Institucional (PMI) quienes desde marzo están trabajando y aún no han percibido sus haberes”.

Se trata de programas educativos que funcionan con financiamiento nacional. Desde que asumió la administración del presidente Mauricio Macri, el Ministerio de Educación comenzó a monitorear de modo obsesivo el uso de recursos federales, y a la par que no actualiza el financiamiento –permanece inalterable desde 2015–, aplica un severo control en las rendiciones. Así, todo se retrasa.

Así pasa con los denominados planes “socioeducativos”, como los Centro de Actividades Infantiles (CAI), los Centros de Actividades Juveniles (CAJ), el Programa Coros y Orquestas Escolares; y los estrictamente académicos, como el Plan Mejoras y el plan de Finalización de Estudios Secundarios (Fines).

Complejidad

En el Consejo General de Educación (CGE) niegan que haya “atraso” desde marzo, y aseguran que se pagan en la medida que ingresan las rendiciones y en cuanto la Nación gira los recursos.

“Lo que ha sucedido es que se atrasan los desembolsos de la Nación. Una vez que llegan los fondos, acá en la provincia también se aplican controles contables, de modo que esto sea un sistema transparente. Hemos estado haciendo gestiones para acelerar los tiempos, y pensamos que la próxima semana va a empezar a regularizarse la situación”, contó Gastón Etchepare, vocal del Consejo de Educación.

En realidad, el ojo atento de la Nación sobreviene luego de una serie de desinteligencias que hubo durante la gestión anterior, cuando Claudia Vallori, ahora prencandidata a diputada nacional por una de las diez listas del peronismo, ejercía la presidencia de Educación.

Durante 2016, el CGE recibió una severa reprimenda desde el Tribunal de Cuentas por el irregular de fondos. El oficio N° 335 del Tribunal de Cuentas incluyó serias observaciones, la principal, el “bicicleteo” de los fondos, que se registró durante la gestión de Claudia Vallori como titular del CGE.

El “bicicleteo” de un ejercicio a otro produjo un desbarajuste en las cuentas públicas, a juicio del Tribunal.

“Con este traspaso, además de no presentar una rendición correcta desde el punto de vista de la técnica contable, se lograr hacer tiempo trasladando los saldos conformados de la documentación pendiente de rendición de los ejercicios 2013 y 2014 al ejercicio 2015”, señaló el informe del Tribunal de Cuentas.

Lo más grave: en el Consejo de Educación efectuaban la rendición de gastos de los fondos que envía la Nacional con fotocopias y no con la documentación original. Pero además, los fondos que las escuelas devolvían por sueldos no pagados se utilizaron para otros gastos y no se restituyeron, como correspondería, a la Tesorería General de la Provincia.

Monotributistas

¿Qué son los CAI y los CAJ? En realidad, funcionan con la estructura de las Escuelas Nina, un sistema de horario extendido en las escuelas, pero que son optativos.

El Estado dispone de docentes y talleristas que enseñan teatro, música, deportes o que dan apoyo escolar a contraturno, sin asistencia obligatoria.

Esos docentes tienen un sistema precarizado de trabajo: en marzo presentan un proyecto y una vez que es aprobado tiene vigencia durante todo el ciclo lectivo. En diciembre, vencen, y al año siguiente, vuelta a lo mismo.

Cada docente debe estar inscripto en la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y facturar al Estado como monotributistas. Un coordinador de CAI percibe por mes $5.280; un docente tallerista, $5.080. De ese monto, debe descontar los $240 mensuales que deben pagar a la AFIP, y los $80 a Rentas de la Provincia.

Claro que el pago de esos recursos sigue la misma lógica que las liquidaciones de los sueldos docentes: retrasos, errores, demoras. La liquidación de los haberes de maestros y profesores salió de la órbita del Consejo de Educación y se concentra en el Ministerio de Economía.

El documento que emitió el plenario de secretarios generales de Agmer fue crítico respecto de ese sistema, y particularmente sobre el software que la provincia contrató a la consultora Lemondata SA, trámite que se concretó durante la administración del exgobernador Sergio Urribarri.

El sindicato docente reclamó una reunión urgente con el vicegobernador Adán Bahl, el ministro de Economía, Hugo Ballay, y el presidente del CGE, José Luis Panozzo, para demandar “precisiones acerca de los motivos de los errores de liquidación, los plazos en que se subsanarán los mismos y que se vuelva al sistema anterior de liquidaciones. En caso de no tener respuesta a estas demandas se convocará a congreso de la entidad para resolver los pasos a seguir”.

También Agmer va a solictar al Tribunal de Cuentas de la provincia “una auditoría acerca del funcionamiento del sistema de liquidaciones docentes desde la implementación del actual sistema a la fecha”.

“Vergonzoso”

La seccional Uruguay de Agmer ha levantado la bandera de docentes y talleristas de los CAI en demanda de la regularización de los pagos.
El sindicato ha señalado que existentes talleristas y coordinadores que no han percibido sus salarios desde marzo. “Nuestro apoyo y acompañamiento a los docentes y talleristas de los Centros de Actividades Infantiles. Fondos congelados desde el 2015, docentes sin cobrar desde Marzo de este año. Vergonzoso”, planteó el gremio.

Gustavo Blanc, titular de Agmer Uruguay, “las explicaciones oficiales lo que hacen es aceptar la ineficiencia del sistema, que no da abasto para atender a todos los trabajadores”.

Fuente: El Diario